viernes, 9 de julio de 2010

Pronunciamiento: Por un país-bus (pasibus) diverso y digno, donde no se tenga que pagar con la muerte para llegar al paradero del desarrollo


Pronunciamiento


Por un país-bus (pasibus) diverso y digno, donde no se tenga que pagar con la muerte para llegar al paradero del desarrollo

El bus es uno de los medios que el pueblo –principalmente de las zonas urbanas- utiliza para desplazarse de un lugar a otro. Este medio de transporte es fundamental para que miles de estudiantes, obreras, amas de casa, asalariados, desempleadas, negociantes, artistas, trabajadoras sexuales, vendedoras ambulantes, población en general lleguemos a nuestro destino.

La importancia del bus, no sólo radica en su afán de llevar a la gente de un lugar a otro, si no también en su espíritu dinamizador y en la capacidad que tiene para conectar historias de vida. En el bus se sueña –dadas las muchas horas que la gente
suele pasar ahí-, en el bus se trabaja, además del chofer y su cobradora, sube a diario mucha gente a ofrecer sus productos. En el bus, también se estudia, tal como lo hacemos los y las universitarias que separata en mano, rescatamos las ideas principales de los textos que leemos en el trayecto.
El bus es un lugar donde transita una diversidad de personas. Pero también es un espacio donde la gente atropella. En su afán de estar cómodo, el chofer impone el tipo de música que todos y todas debemos escuchar. El cobrador te amenaza y casi te echa a la calle si no le das lo que te pide. Entonces, el bus se convierte en un lugar inseguro, en una suma de personas que se miran con desconfianza, donde cada quién quiere garantizar su seguridad, muchas veces a costa de las demás personas y sobre todo de aquellas más débiles.
Este tipo de bus es el reflejo de la actual situación de nuestro país que actualmente es conducido por un chofer irresponsable que sólo mira por el retrovisor para asegurarse que ningún otro bus lo alcance. Las personas que se encargan de cobrar los pasajes nos exigen un precio muy alto, en la mayoría de los casos nos piden hasta la vida misma para llevarnos a lo que ellos llaman el paradero del desarrollo.

Este bus, nos ha condenado a viajar en condiciones lamentables. Los asientos preferenciales para ancianos, mujeres gestantes, niños y ni
ñas están ocupados por las services, por las mineras y otras transnacionales que no quieren bajarse pues están muy cómodas sin pagar pasajes ni peajes. Al mismo tiempo, las trans y mariconas que hemos subido a este bus, no podemos bajar, pues el chofer ha decidido que no pasará por el Paseo de las Heroínas Trans, ni por la Avenida Igualdad.

En este bus nos estamos enfermando, el chofer tiene la radio a todo volumen y pasa todo el tiempo spots amenazantes, denigr
antes contra las comunidades campesinas, contra las poblaciones indígenas. Los domingos, impone la misa de Juan Luis Cipriani quien no se cansa de afirmar que los derechos humanos son una cojudez, que las mariconas somos un producto malogrado y que el aborto es un asesinato.
Las ventanas están cerradas, el aire ya no es respirable. El chofer, de tanto que le echa petróleo al suelo, ha logrado que las personas más débiles no puedan seguir saludables. Este bus, de tanto plomo y fierro que sostiene, sigue matando a indígenas amazónicos, campesinas, travestis, lesbianas, mujeres y jóvenes.

Frente a esta situación, las Contranaturas creemos que a este bus hay que rescatarlo. Debemos lograr que respeten las señales de vida y que pueda parar en los lugares donde la gente desea quedarse. Parar en hospitales bien equipados, en colegios con buena educación y también en las instituciones del Estado que garanticen la dignidad y el respeto de las personas lesbianas, maricas, gays, trans, bisexuales e intersex.
Queremos un bus que respete las diferencias y necesidades especiales de las y los pasajeros. Que el volumen no lo imponga el chofer, que el pasaje sea accesible para lograr la calidad de vida de la gente. Queremos un bus de la esperanza, un bus que nos lleve por la ruta de la dignidad y la diversidad.

Para lograrlo, se
rá necesario que las y los pasajeros sintamos que este bus es nuestro y decidamos cambiar las cosas, para garantizar la seguridad y respeto de todos y todas. Que se rescaten los asientos preferenciales para el pueblo, que se deje de echar petróleo al suelo, que se permita que todos y todas elijamos la ruta y que el aire fresco entre por las ventanas.

Creemos que muchos hermanos y hermanas de diversos pueblos del país ya están luchando por hacer de este bus, un lugar diverso y digno.


Por ello, en esta novena marcha de lucha y orgullo de ser lesbianas, maricas, gays, trans, bisexuales e intersex, las Contranaturas te invitamos a construir el pasibus de la diversidad y dignidad. Un bus donde no se tenga que pagar con la muerte para llegar al paradero del desarrollo.



(*) El pasibus de la diversidad y dignidad es una propuesta que rescata el aporte del Colectivo Aguaitones, quienes llevaron a cabo el bus de la democracia en el año 2000, para luchar contra el fujimorato. Ahora las Contras sacamos el PASIBUS para lucha contra la discriminación.


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